Como casi todo lo que utilizamos hoy en día para cubrir nuestro cuerpo y salir a la calle, los bolsos se han convertido en un complemento importante en la moda. Además de la utilidad de su función portadora, cuando compramos un bolso nos preocupan muchas otras características: colores, materiales, forma, cierre, elementos decorativos, firma… en ocasiones, el diseño prevalece sobre cualquier otro aspecto, y que combine con nuestro look o se ajuste al protocolo del evento al que asistimos es más importante que su capacidad (¿o hay alguien que lleve un bolso de mano a una boda por lo práctico que es para guardar el teléfono, las llaves y la cartera?). La moda es algo bueno. Por supuesto. Significa que en nuestra sociedad la necesidad primaria por la que se ideó la ropa, el calzado o el bolso está cubierta, podemos dedicarnos a desarrollar el lado artístico del ser humano y permitirnos hablar de tendencias, preferencias y gustos. Que utilicemos los colores, las formas y tejidos para expresar nuestra identidad o nuestro estado de ánimo es una posibilidad maravillosa. Que convirtamos el clásico zurrón funcional en un elemento estético que completa nuestro estilo es positivo. Que el diseño prevalezca sobre nuestra salud, comodidad o eclipse la finalidad principal del bolso, no lo es. Somos seres de contradicciones y la moda representa, a veces, un debate entre la libertad de elegir cualquier diseño y que tal diseño reste libertad a la natural expresión y movimiento de tu cuerpo. Sin embargo, nos toca vivir en un siglo de cambio: la moda y la comodidad están viviendo un periodo de reconciliación. ¡Mira a tu alrededor! Atrás quedaron los tiempos de las “señoritas” y el “antes muerta que sencilla”. La educación y la feminidad no tiene nada que ver con vestir zapatos de tacón con pedrería. Los vestidos se llevan con bambas blancas, aunque quede más trendy llamarlas “sneakers” y afortunadamente, hace tiempo que interiorizamos que una mujer es terriblemente atractiva cuando se ríe sin taparse la boca. Es este sentimiento el que aplaudimos y apoyamos desde The Bagging Co. con nuestra filosofía de bolsos. Con los modelos de la nueva temporada podrás escoger de todo. Tenemos algunos clásicos del verano, como el beige, fácilmente combinable, y otros algo más complicados para aquellas atrevidas que huyan de la indiferencia. Bolsos bandolera, mochilitas, bolsos de mano y de hombro, de piel, de cuero, con estampados lisos o divertidos, con tachuelas, desde colores pastel hasta el rosa fucsia o fresa. La cuestión es que en The Bagging Co. te aseguramos la calidad, y también la libertad de movimientos. Vendemos bolsos cómodos para que vivas con ellos, trotes, saltes y corras con ellos, para que los apoyes en el suelo aunque de mala suerte, para que se manchen y se limpien. Vendemos bolsos para que te olvides de que llevas bolso, aunque te encante verte con él puesto.